La retinopatía del prematuro es una afección ocular que afecta a los bebés prematuros, especialmente aquellos que nacen antes de las 31 semanas de gestación o con un peso al nacer inferior a 1,5 kg. Esta condición se desarrolla debido a la inmadurez de los vasos sanguíneos de la retina, la capa sensible a la luz en la parte posterior del ojo.
Los síntomas de la retinopatía del prematuro pueden incluir pupilas blancas o anormales (leucocoria), movimientos oculares anormales, estrabismo (ojos cruzados) y, en etapas más avanzadas, pérdida de la visión o ceguera.
Es importante que los bebés prematuros reciban exámenes oftalmológicos regulares para detectar y tratar la retinopatía del prematuro a tiempo y evitar complicaciones graves que puedan afectar su visión. Los tratamientos pueden incluir terapias con láser, crioterapia (congelación) o cirugía para prevenir el desprendimiento de retina y preservar la función visual.
Si tu bebé es prematuro o tiene factores de riesgo para la retinopatía del prematuro, es fundamental buscar atención oftalmológica especializada para un diagnóstico precoz y un manejo adecuado que pueda ayudar a proteger la visión de tu bebé.